EL OBSTÁCULO COMO OPORTUNIDAD

Los obstáculos que se presentan a lo largo de nuestra vida nos van marcando un camino de aprendizaje y evolución.

Introducción

En el transcurso de nuestra vida, todos y cada uno de nosotros atravesamos por un sinnúmero de dificultades. Todos experimentamos dolor. Lo que nos diferencia a unos de otros es el tipo de dolor, su intensidad y fundamentalmente cómo lo transitamos.

Solemos tener en la vida uno o más obstáculos que son sorprendentemente repetitivos.

El “obstáculo” nos confronta con el límite de la personalidad y del cuerpo físico. Muchas veces ”no podemos” con lo que nos pasa. El dolor suele ser un desafío a nuestra inteligencia, a nuestra serenidad y a nuestra capacidad de tolerar el sufrimiento.

Si nuestro objetivo es dominar la dificultad puede que lo logremos al menos por breves períodos pero no siempre en forma permanente.

Particularmente en Occidente, donde la velocidad y lo light se han convertido en valores, nos vemos forzados a resolver las dificultades en el menor tiempo posible y con el menor costo posible para seguir corriendo a quién sabe dónde ni para qué.

Habitualmente tratamos de resolver el problema en el mismo nivel en que se presenta. Por ejemplo, si la dificultad se manifiesta en el físico, tratamos de resolverlo sólo desde el físico sin atender a factores de la personalidad que podrían estar influyendo en el problema. Es el modo de afrontar las dificultades que nos enseña nuestra cultura. Rara vez se nos ocurre pensar ¿cuál es el sentido profundo de lo que me pasa? ¿De dónde viene esta dificultad? A veces podemos tener la sensación de algo más que se nos escapa y esto tiene que ver con el sentido del obstáculo.

Sucede con bastante frecuencia que frente a las dificultades cedemos el poder al obstáculo y también a otras personas, médicos, psicólogos, terapeutas energéticos, etc. Acá ya tenemos un segundo problema que no es menor: las consecuencias secundarias del obstáculo nos ponemos a merced de otro para que solucione nuestros problemas. Entonces por un lado está el obstáculo y por otro todos los obstáculos que este mismo genera, tanto por el tipo de soluciones intentadas como por las “ayudas” que buscamos, que pueden no ser las adecuadas.

El obstáculo como motor de búsqueda

Nosotros creemos que el obstáculo puede muy bien constituirse en el motor de nuestra búsqueda, en particular de la espiritual, ya que es capaz de empujarnos a buscar “algo más”; por un lado, nuevas formas de resolver la dificultad y por otro puede despertar en nosotros el anhelo de encontrar el sentido de aquello que vivimos.

Si el Alma es la conductora invisible y silenciosa de nuestras experiencias, sin duda es también el Alma la que se expresa a través de las dificultades. Se expresa como puede o más bien como la dejamos. Las más de las veces no tiene otra posibilidad más que expresarse a través del dolor. Esto quiere decir que el obstáculo guarda dentro de sí un mensaje. Esta es la forma en que nuestra Alma intenta comunicarse con nosotros y recordarnos, a través del obstáculo, quiénes somos, para qué estamos acá y qué sentido tiene el obstáculo que estamos viviendo, así como el aprendizaje que se oculta en él.

Transformar nuestras negatividades es fundamental, ya que nosotros creemos que este es el camino del crecimiento y evolución humana, tomando nuestra vida, como una escenografía creada para facilitar el aprendizaje.

Modo de trabajar con el obstáculo

El modo en que TICEAP aborda los obstáculos para procurar aprender, transformarlos o atravesarlos es el siguiente:

  1. Teniendo en cuenta que somos seres multidimensionales, procuramos desplazarnos a planos de conciencia de más alta vibración, utilizando técnicas específicas, para observar los obstáculos desde otras perspectivas y de un modo más amoroso y más sabio.
  2. Una vez que experimentamos esto, intentamos descender al nivel habitual de conciencia “trayendo” esta nueva mirada para iluminar con ella el obstáculo.
  3. Y en tercer lugar tratamos de retirar la energía negativa con un procedimiento que se parece a una cirugía mayor.

Obstáculo, dualidad y dolor

El redondel de la figura representa el obstáculo, y en el centro del obstáculo se encuentra la luz, el aspecto positivo de la dificultad.

Si pudiéramos ser conscientes de que el “obstáculo” recubre la “posibilidad” quizás no seríamos tan renuentes a sumergirnos en él. Lo que uno hace automáticamente frente al obstáculo es luchar, evitar, temer, enojarse, etc. En cambio si se puede empezar a mirar el obstáculo, de este modo, podemos intentar acercarnos a la luz que contiene en su centro.

El sufrimiento tiene un lugar protagónico en el aprendizaje y en la dualidad es ineludible. Tanto el obstáculo como la dualidad son inevitables en el momento evolutivo actual de la especie. El dolor puede ser sólo dolor o convertirse en motor, que nos impulsa a buscar, a saber, depende de lo que cada uno haga con él.

En síntesis, no importa “qué tengamos que vivir sino cómo lo vivimos. No es tan importante el obstáculo como lo que hacemos con él. Sólo hay dos opciones en relación al obstáculo y a como nos posicionamos frente a él: “el obstáculo es solo el obstáculo” o bien “el obstáculo puede ser una oportunidad”, en el primer caso, uno se queda ahí, abrazado a la dificultad.

El obstáculo y los modos de abordaje:

Abordaje TICEAP: nosotros intentamos un abordaje interactivo, personal, multidimensional.

  • En la horizontal: (en la personalidad) buscamos realizar cirugía mayor, sacar la espina del obstáculo. ¿Dónde empezó esto? Buscamos ir al núcleo, remover una espina, no sólo en términos energéticos.
  • Desde la vertical: (más allá de la personalidad) tiene que descender luz de Lo Alto al obstáculo. Es necesario ascender a planos superiores de conciencia y descender energías de estos planos a nuestra personalidad. Esta luz ilumina el obstáculo de dos maneras. Por un lado, iluminándolo lo muestra, lo hace más consciente, e incluso puede hacerlo más molesto, imposible de negar y por otro nos permite tener acceso a una mirada diferente en relación a la dificultad, encontrándole un sentido. Nosotros creemos que este trabajo se realiza por capas y que eso es lo que va permitiendo la transformación y la evolución. Es como con las capas de una cebolla. Este mecanismo será también cada vez menos doloroso. Las primeras capas son las más difíciles de trabajar. Este trabajo es finito y sólo será necesario hasta que logremos la plena transformación de nuestra personalidad.

Obstáculo y conexión con el mundo invisible

Para nosotros el propósito de la vida, reside en el aumento de la conciencia, la transformación y el descenso de la energía divina. Este sería el camino de la evolución.

La transformación es la herramienta principal para la purificación del instrumento, (del ego) de la personalidad y para que todo “Aquello” (nuestra verdadera identidad) que es tan maravilloso tenga cada vez más posibilidades de manifestarse en cada uno de nosotros.

Obstáculo y dirección de la energía

En los planos mentales, emocionales y espirituales de la personalidad, existe un fenómeno muy importante con relación a los obstáculos, y es que la dirección de la energía mental y emocional va de afuera hacia adentro. Esta es una variable muy poco explorada. Existen un sin fin de campos energéticos constituidos por energías planetarias tanto mentales como emocionales que nos atraviesan a todos permanentemente. Frente a distintos estímulos somos nosotros los que nos sintonizamos con esas energías y las tomamos como propias.

Esto quiere decir que la energía del obstáculo atrae factores externos de la misma vibración, y una vez más, uno podrá aprender o no de ellos.

Obstáculo y Brechas

No es fácil hacerse responsable de los obstáculos, y si la persona no se responsabiliza por ellos lo que hace es ceder el poder al propio obstáculo, y se convierte en una pobre persona a la “que le pasan las cosas”. Así es como la persona se ancla en la víctima.

Las metas en relación a la transformación son posibles de lograr. Si persevero y busco el núcleo que encierra el obstáculo para capitalizarlo, cada vez voy a estar más cerca de mi objetivo, la purificación de mi ego. No se puede decir cuándo se va a lograr el objetivo, pero este es un camino seguro, darse por vencido no es un camino seguro, ceder el poder no es un camino seguro, darle la espalda a los obstáculos no es seguro, hacerse el distraído tampoco, estos son engaños que nos vamos haciendo y que van en contra del crecimiento de la conciencia.

El obstáculo y el observador

Paradójicamente lo que hay que hacer con los obstáculos no es tratar de cambiarlos, y esto es muy importante, sino observarlos y aprender de ellos hasta su completo atravesamiento.

Si no se pasa por un período de observación y se decide superficialmente en relación al conflicto, no se llega a las causas, entonces la dificultad reaparecerá con otra máscara, con otro disfraz; en cambio, si uno se tomó un tiempo para observarlo sin cambiarlo ni juzgarlo, puede llegar a la raíz de la dificultad; y ahí sí se puede iniciar el verdadero cambio.

Conclusiones

Hemos intentado en este escrito compartir la visión que tiene TICEAP acerca de los obstáculos y mostrar el abordaje clínico-espiritual que abordamos en los procesos de transformación, tanto individuales como familiares. Las dificultades se presentan también muchas veces para el aprendizaje de todo un grupo. Estamos hablando de un grupo familiar o de cualquier otro tipo de grupo.

El obstáculo no es entonces sino una cara de la moneda mientras que la otra es sin duda la oportunidad. El dolor es el obstáculo, el dolor es la oportunidad.

El obstáculo resulta ser entonces el velo de la oportunidad. El obstáculo nos puede ayudar a despertar y a crecer espiritualmente. Es el motor que puede llevarnos de la ignorancia al conocimiento y a la experiencia del Amor Divino.

El obstáculo es cocreado por nosotros y somos responsables por él. No es algo que se origina fuera de nosotros.

El obstáculo es la garantía de que nuestro aprendizaje pueda realizarse. Nos protege de la posibilidad de quedar dormidos en la encarnación y de no despertar a quienes somos realmente.

Finalmente queremos decir que nuestros obstáculos pueden ser nuestras bendiciones y que más allá de ellos y juntos con ellos podemos esperar la Gracia Divina que puede sorprendernos presentándose en cualquier etapa de nuestro camino.

Lic. Silvia Kamienomostki
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